jueves, 4 de junio de 2009

Biocosmética




Los biocosméticos están hechos con productos naturales que fueron cultivados orgánicamente, es decir,en su elaboración solo se utilizan materias primas procedentes de cultivos libres de pesticidas, herbicidas y abonos químicos, y queda descartada la utilización de cualquier planta sometida a modificación genética. Otra cosa que se tiene en cuenta es que ninguno de estos productos fue probado sobre animales, en sintonía con las ideas de cuestionamiento al maltrato a que son sometidos en los laboratorios. Pero esto no significa que los productos no sean probados. Muy por el contrario, los contoles que permiten verificar la calidad de los productos son mucho más costosos, porque obligan a analisis muy estrictos. La idea es no trasladarles ese costo a la vida de los animales, pero si mejorar los controles de calidad. Los productos de biocosmética están compuestos en porcentaje superior a 90% por materias primas de origen vegetal o mineral, nunca animal. Como no se usan derivados del petróleo para su eleboración, los productos son mucho menos agresivos para la piel. Las sustancias vegetales y cultivadas libre de químicos nocivos que se utilizan en la biocosmética estimulan la capacidad natural de la piel para recuperarse. El concepto de biocosmética es casi lo opuesto a la cosmética tradicional. Mientras hasta el momento se trabaja sobre la idea de tapar imperfecciones, la biocosmética no solo embellece sino que estimula a la piel a estar lozana. Esto se logra evitando toda agresión al frágil equilibrio de la epidermis. Lejos de trtatarse de un boicot a la cosmética tradicional, este concepto puede funcionar como un nuevo motor económico que potencie la agricultura ecológica y el comercio justo con los países productores de ciertas planatas. Para que esto sea una realidad y no una tendencia que se ponga de moda y se pierda en tres años, la actitud de los consumidores aparece como el arma de cambio más potente. Porque esta exigencia es también una posibilidad de potenciación económica de las zonas del planeta que se encuentran en situación más desfavorable. Pero, en términos de información del consumidor, es absolutamente necesario tener presente que, así como no podemos exigir pan integral blanco, no se puede esperar la misma presentación, textura, color y olor en cosméticos naturales que en la cosmética convencional. En primer lugar, habría que exigir que el packaging sea al menos biodegradable; es decir, que no esté compuesto por una pátina de nylon o celofán. Asumir la cosmética natural es, de alguna manera, aceptar que los cambios que se producen en la materia prima que lo compone están siempre variando en composición, textura, color, etc. Lo mismo sucede con la conservación; es decir, la vida útil de la crema, loción o jabón: un producto conservado con química dura es más estable, por supuesto. Pero ese desequilibrio se traslada tanto al ambiente como también a la piel que lo recibe. Un cosmético conservado con sustancias mucho mas suaves y naturales probablemente obligue a estar más atentos a su fecha de vencimiento o a reponerlo con mayor frecuencia. En todo caso, eso parte del cambio en el concepto de consumo del que se habla cuando se habla de Consumo Responsable. Ya es hora que comencemos a tomar conciencia sobre los impactos nocivos al medio ambiente ocasionados por la acción del hombre, y que con pequeños cambios como es este caso de cambiar las formas de producciones de los productos de belleza podamos contribuir de alguna manera con la protección del planeta.
Espero que te haya gustado.. Hasta la Próxima! Gracias por tu visita! Bss ☻